Este año Juego de Tronos tendrá menos episodios de lo que acostumbramos a ver con cada temporada, lo que ha supuesto que la serie vaya a un paso tan acelerado que las cosas no dejan de ocurrir en cada minuto. El quinto episodio nos regaló muchos encuentros importantes y la revelación de un gran secreto. Quizás el que más importa de todos.
Estamos de regreso con nuestro análisis (casi) semanal de Juego de Tronos tras una serie de episodios de lo más emocionantes. Desde el primer encuentro entre Jon y Daenerys en Rocadragón hemos visto cómo los personajes se van acercando cada vez más y más, dejando de lado sus orgullos y abriendo las puertas ante una posible alianza que los beneficie a ambos.
Jon sabe que necesita de Daenerys, pero la madre de los dragones, rompedora de cadenas, hija de la tormenta y todas esas cosas más que hay que decir cada vez que se le nombra cree tener derecho de también reinar el norte. No obstante, ahora parece haber comenzado a entender que hay algo más importante que resolver antes del “juego de tronos”.
Suicide Squad
La trama principal del quinto episodio de la temporada tiene que ver con los caminantes blancos y cómo va a hacer esta nueva coalición de reyes para demostrar al mundo entero que existen. Hasta ahora prácticamente todos los señores del norte creen en los caminantes blancos solo porque Jon Snow les dice que los ha visto, además del hecho de que son los más supersticiosos de todo Westeros. Sin embargo, para Cersei o incluso para Daenerys esto no es suficiente. Necesitan pruebas.
Lo que se le ha ocurrido a Jon es buscar a uno de estos zombies helados del ejército del Rey de la Noche y llevarlo a Desembarco del Rey, buscando un cese de armas mientras resuelven este conflicto. Porque como dice Jon, si el ejército de la muerte llega a Westeros no quedarán reinos para gobernar.
Antes de que se formara este Suicide Squad en el que por alguna razón permitieron ir a un Rey (sigo sin entender cómo le dejan hacer estas cosas a Jon, realmente es tan testarudo como su padre y hermano— ¿padre? bueno, tío... como los Stark) se llevaron a cabo algunos encuentros de lo más interesantes. El primero de ellos: Tyrion y Jaime se ven de nuevo.
Bronn engañó a Jaime para que bajara a las catacumbas de la Fortaleza Roja y se encontrara con Tyrion, lo que fue una verdadera sorpresa para el rubio mayor. En el encuentro hubo mucha tensión, Jaime, gracias a que Nikolaj Coster-Waldau es un gran actor, demostró cómo estaba muy enojado con Tyrion pero a su vez todavía siente mucho cariño por él. Después de todo, es el único de los Lannister que lo ha querido siempre. Tyrion le reclama: “¿por qué me odias, si sabes que no maté a tu hijo?” Pero tras intentar justificar el asesinato de su padre Jaime lo detiene: “¿qué es lo que quieres?”
No imagino el rostro que tenía Jaime cuando Tyrion le habló de zombies congelados, niños del bosque y el Rey de la Noche que viene a matarlos a todos, pero parece haberlo convencido, o al menos como para proponer a Cersei un encuentro con Daenerys. La reina Lannister no lucía sorprendida al recibir la noticia de este tal ejército, y todavía sigue confiada en que puede ganar la guerra.
En el episodio también vimos el emotivo reencuentro entre Jorah y Daenerys, y la reaparición de Gendry, el hijo bastardo de Robert Baratheon, en un momento gracioso en el que Davos sacó una broma directamente de Twitter y le dijo que creía que todavía estaba remando.
Es una buena noticia saber qué ha pasado con Gendry durante todo este tiempo (fue rescatado por Davos y enviado a esconderse en las narices de su enemigo), pero debemos recordar que el personaje ya es completamente irrelevante para la historia. Si en algún momento supuso cierta amenaza para el trono, eso quedó en el pasado. Los Baratheon, al igual que los Tyrell, son historia.
Después de que Daenerys le negara el permiso a Jon Snow para ir al norte del muro para que Jon le dijera que no lo necesita y después Daenerys le dijera que entonces sí le daba permiso, Jon, Jorah y Davos salieron a la fortaleza en el este del Muro, lugar donde se encontraron con nuestro grupo de renegados favorito: la Hermandad sin Estandartes. El encuentro fue tan incómodo y divertido como podíamos esperar, dado que todos se odian: Gendry odia a Ser Berric Dondarrion por haberlo vendido a Melisandre, Tormund odia a Jorah por ser hijo del Lord Comandante Mormont y el Perro los odia a todos, pero eso siempre ha sido así. Jon, al notar toda esta tensión, hizo lo que mejor sabe hacer: unir enemigos ante un mal común, y se formó el Suicide Squad, uno realmente bueno y sin Will Smith.
Problemas en Invernalia
La última vez que vimos a las hermanas Stark juntas en la primera temporada nos dejó claro que esas niñas no se llevaban bien. De hecho, no parecía la típica lucha tonta entre hermanos sino algo serio, son demasiado diferentes y ninguna está de acuerdo con el estilo de vida de la otra. El hecho de que por culpa de Sansa muriera el hijo del carnicero, su loba Dama y Arya tuviera que alejarse de Nymeria, no hizo más que empeorar las cosas.
Ahora, son aún más diferentes. Ambas han pasado por muchos traumas y han evolucionado, pero Arya sigue pensando en Sansa como la niña que quiere ser princesa y gobernar (incluso acusándola de querer quedarse con el trono del norte) y Sansa cree que su hermana podría ser una asesina psicópata (lo que, al menos en parte, podría ser cierto).
Lo que nos deja este episodio es el comienzo de un nuevo conflicto entre las hermanas Stark. El problema es que ya no son niñas, son mujeres con poder y muchas responsabilidades en sus manos. Además, Meñique está en Invernalia y seguro sabe muy bien lo que pasa y cómo sacar provecho de la situación. El hecho de que dejara que Arya viera esa carta que envió Sansa hace tantos años a Robb pidiéndole que se rindiera ante Jeoffrey es prueba de que quiere hacer que las hermanas peleen. Esto podría terminar muy mal.
La gran revelación: R+L = J.T.S.
El momento más importante del episodio fue protagonizado por Gilly, Sí, Gilly, la ¿pareja o algo? de Sam que se encuentra con él en la Ciudadela acompañándolo mientras pasan años para que el último de los Tarly se convierta en maestre. Gilly, quizás ayudando a Sam a transcribir libros o simplemente aburrida de no hacer nada encerrada en una habitación, ha encontrado la mayor revelación acerca de Jon Snow hasta ahora, una que es incluso más importante que la que vimos al final de la sexta temporada.
Mientras Sam está frustrado porque nadie le hace caso acerca de los caminantes blancos, Gilly le comenta las cosas que ha leído en sus ratos libres: el Septón Supremo Maynard era fanático de registrar las cosas, desde la cantidad de escalones en la Ciudadela hasta la cantidad de veces que hizo caca. No obstante, una palabra llamó su atención, “anular”. Le pregunta a Sam qué significa y este le explica que tiene que ver con deshacer la validez de un matrimonio o algo.
Gilly entonces comenta:
“Es que Maynard dice que llevó a cabo una anulación para el príncipe Rhaegar y lo volvió a casar con otra persona en el mismo sitio, durante una ceremonia secreta en Dorne.”
Y así, como si nada, Gilly ha dado la confirmación de que Jon Snow en realidad no era el hijo bastardo de Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark, sino el hijo legítimo tras la anulación del matrimonio del príncipe con Ellia Martell, lo que significa que Jon es el verdadero heredero al trono de hierro, y no Daenerys.
Originalmente la rebelión de Robert Baratheon contra el Rey Loco comenzó porque su hijo, Rhaegar, secuestró a Lyanna Stark, prometida de Robert. Pero, ¿qué pasaría si no fue así? Todas las pistas parecen indicar que en realidad Lyanna no quería casarse con Robert (comprensible, dado que siempre fue un borracho mujeriego) sino que estaba enamorada de Rhaegar, y como en cualquier historia romántica se escapó con su príncipe sin pensar en las consecuencias de sus actos. Esta relación tuvo como fruto a Jon Snow, su hijo legítimo.
En el encuentro de Jon y Drogon, el dragón favorito de Daenerys, vimos como la bestia se dejaba acariciar del Rey en el Norte. Sin embargo, Jon ha pasado de ser un bastardo de otros padres al heredero legítimo de los siete reinos, algo que hace que sea aún más incómoda su relación con Daenerys, la cual apunta a que más pronto que tarde se convertirá en romance (¿han visto cómo mira Dany a Jon? En el momento en el que le dijo cuánto le preocupaban sus hombres la madre de dragones tenía estrellitas en los ojos).
Dado que Sam no sabe que Jon es hijo de Rhaegar, no sabemos si se lo dirá en algún momento. Solo Bran puede hacer esta revelación, y tal parece que no está apurado en hacerlo.
Mientras tanto, tenemos al Suicide Squad adentrándose al verdadero norte para cazar un zombie, a Cersei cocinando un plan macabro, a Tyrion y Varys preocupados porque Daenerys se convierta en una reina desquiciada como lo fue su padre y a Tormund lamentando que Jon no llevara a “la mujer grandota” con él al Muro. Después de todo, nuestro querido pelirrojo es el verdadero romántico de la serie.