
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han recomendado a los funerarios emitir los funerales en streaming debido a la propagación del nuevo coronavirus por todo el país.
De acuerdo con Motherboard, los funcionarios de los CDC dijeron que cualquier evento con más de 50 asistentes en las próximas ocho semanas debería posponerse, una lista que, según confirmó el epidemiólogo David Berendes, incluye “grandes funerales”. Berendes aconsejó a los funerarios “si es posible, emitir en directo y limitar los eventos a la familia más inmediata”.
Los CDC, a través de la Asociación Nacional de Directores de Funerarias de Estados Unidos, informaron de que, si bien “actualmente no se conoce ningún riesgo asociado con estar en la misma habitación en un funeral con el cuerpo de alguien que murió de covid-19”, los individuos “deberían considerar” no participar en ningún contacto físico con el fallecido. (Embalsamar y transportar cuerpos es seguro si se tienen precauciones como el uso de equipo de protección y bolsas para cadáveres tratadas con desinfectante). Además de las ceremonias en streaming, las pautas establecen que los seres queridos del fallecido también deberían considerar tener un servicio conmemorativo en una fecha posterior en lugar de un funeral ahora.
Motherboard publicó a principios de este mes que los funerarios no estaban tan preocupados por el riesgo que representaban las personas fallecidas como por entrar en contacto con un gran número de asistentes potencialmente infectados en un momento en que las autoridades sanitarias instan a distanciarse socialmente. El director ejecutivo de la Asociación de Directores de Funerarias del Estado de Washington, Rob Goff, dijo que los funerarios usan “precauciones universales” y que “si estás formado y eres responsable, estás a salvo. Esta es la naturaleza del trabajo que hacemos”.
Sin embargo, los suministros de algunos equipos de protección se están agotando. Si bien las autoridades estadounidenses de salud recomiendan que los eventos con 50 o más asistentes se cancelen o reduzcan, las pautas actuales de distanciamiento social pueden volverse aún más estrictas a medida que el brote continúa extendiéndose. Muchos estados y localidades ya están tomando medidas más drásticas, como San Francisco, donde se le ha pedido a toda la población que permanezca en sus casas, excepto por necesidades básicas como comprar alimentos o visitar médicos y trabajar en establecimientos esenciales como farmacias y bancos. En Italia, los hospitales y las morgues están saturados, y los servicios funerarios tradicionales están prohibidos como parte de las restricciones de emergencia.
El lunes por la noche, el New York Times enumeraba al menos 4.115 casos confirmados en Estados Unidos que han resultado en al menos 73 muertes; es probable que el dato esté subestimado, ya que muchos de los que se enferman pueden sentir síntomas leves o ninguno en absoluto mientras aún transmiten el virus. Un estudio a gran escala en China, donde se originó la enfermedad, encontró que alrededor del 80,9% de los casos fueron leves, mientras que alrededor del 13,8 % fueron moderados y 4,7 fueron críticos, con una tasa de mortalidad general del 2,3 por ciento; sin embargo, las personas mayores o aquellas con ciertas condiciones preexistentes tienen un riesgo mucho mayor.