Tras experimentar las mayores pérdidas de la década, McDonald’s pasa por una etapa de cambios. En Estados Unidos renovaron 14.300 restaurantes para servir desayunos todo el día, y un antiguo CEO propuso introducir robots en la cocina para prescindir de los empleados. El último cambio afecta a los McNuggets.
La receta de los nuggets de pollo —uno de los productos estrella de la cadena de restaurantes— ha sido renovada para eliminar todos los aditivos artificiales. La compañía desarrolló una nueva fórmula sin conservantes sintéticos que se prueba desde principios de año en un laboratorio de Seattle. Varios elementos del desayuno, como la hamburguesa de salchicha de cerdo y la tortilla de huevo, también se han actualizado para desprenderse de sus ingredientes artificiales.
Los nuevos McNuggets están libres de fosfatos, el conservante que algunos profesionales vinculan con el cáncer, los desequilibrios hormonales, la infertilidad y otros problemas de salud. Además, las gallinas de las que provienen han dejado de criarse con antibióticos perjudiciales para la salud pública (aquellos que hacen que las bacterias se vuelvan más resistentes).
McDonald’s también eliminará el jarabe de maíz de alta fructosa de los bollos de pan de sus hamburguesas. Este ingrediente se utiliza tradicionalmente como edulcorante barato para refrescos, dulces y otros alimentos, a pesar de estar asociado con la obesidad y la diabetes de tipo 2. El presidente de McDonald’s en Estados Unidos, Mike Andres, dijo que habrá otros cambios similares en el futuro.
Obesidad y comida rápida siempre han ido de la mano, especialmente si ésta forma parte de una dieta poco equilibrada. A medida que aumenta la preocupación de los consumidores sobre la seguridad alimentaria y la calidad de lo que consumen, empresas como McDonald’s tienen que dar pasos sin precedentes para desvincularse de esa imagen. [WSJ]