Microsoft acaba de anunciar una importante novedad en la Xbox One para, según ellos, dar más opciones a los consumidores. El paso no es otro que comenzar a vender la Xbox One sin Kinect. El precio de la consola y un mando convencional será de 399 dólares, el mismo importe que PS4. El nuevo paquete saldrá a la venta a partir del 9 de junio en Estados Unidos. En algunas páginas como Amazon ya se puede reservar.
Aparte de la rebaja de cien dólares en el precio, que resulta más que bienvenida, Microsoft ha anunciado también que las aplicaciones que permiten acceder a contenidos de vídeo pasarán a estar fuera de la pasarela de pago. En otras palabras, que no será necesario pagar una suscripción a Xbox Live Gold para poder acceder a canales como Netflix, Univision Deportes, GoPro, Red Bull TV o HBO GO; aunque seguirá siendo necesaria la suscripción en algunos de ellos según estipule cada servicio. También quedarán fuera algunas aplicaciones de entretenimiento interesantes como Machinima, NHL Game Center o NBA Game Time.
Microsoft quiere dejar claro que no abandona Kinect, pero que entiende que muchos usuarios no utilizan tan a menudo el avanzado conjunto de sensores. La compañía también ha anunciado que Kinect 2 llegará a las tiendas de forma independiente a finales de este año para los compradores de la consola que quieran añadir el dispositivo más tarde.
La decisión de Microsoft equipara en precio a la Xbox One con PS4, y pone las cosas muy interesantes en la competencia entre ambas consolas. Tanto Sony como Microsoft se juegan mucho el próximo E3 porque, a igualdad de precio del hardware, serán los juegos los que decidan la balanza para muchos entusiastas. [vía Xbox]
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