La NASA alcanzó hoy un importante hito en su misión tripulada a la Luna con una demostración exitosa del sistema de aborto de lanzamiento de Orion.
Los fallos en los cohetes son raros, pero ocurren. En octubre de 2018, un cohete Soyuz que transportaba al cosmonauta ruso Alexey Ovchinin y al astronauta de la NASA Nick Hague experimentó un fallo en los propulsores dos minutos después de despegar, lo que provocó una secuencia de aborto que salvó sus vidas. El aterrador incidente, el segundo de su tipo en 34 años, destacó la importancia que tienen los mecanismos de escape en cualquier lanzamiento tripulado.
Por eso, la NASA acaba de realizar una prueba de su sistema de aborto de lanzamiento (LAS) para el vehículo de tripulación multiuso Orion. La prueba, que recibió el nombre de Ascent Abort-2, consistía en lanzar una nave Orion sin tripulación seguida un minuto después de una secuencia de aborto. La cápsula Orion logró alejarse a una distancia segura del cohete mientras este se iba a pique.
La NASA se está preparando para las misiones Artemis, que llevarán a los astronautas estadounidenses de regreso a la superficie lunar de aquí 2024. O al menos, ese es el plan. Para llegar allí, la NASA usará el sistema de lanzamiento espacial SLS, un poderoso cohete que aún está en desarrollo.
“Con este sistema de exploración diseñado para transportar a los humanos con seguridad más lejos que nunca, también tendremos un sistema de aborto de lanzamiento igualmente poderoso que alejará a la tripulación del cohete si hay un problema durante la primera parte del ascenso”, dijo Bill Hill, director adjunto de desarrollo de sistemas de exploración de la NASA, en un comunicado de prensa.
El sistema de cancelación de lanzamiento de Orion consta de dos partes: un carenado que protege a la cápsula del calor, el flujo de aire y las vibraciones excesivas durante el lanzamiento, y una torre de cancelación de lanzamiento (LAT) equipada con un motor de cancelación, un motor de control de nivelación y un motor de lanzamiento.
La prueba tuvo lugar a las 7:00 a.m., hora local en Cabo Cañaveral. Los ingenieros de la NASA colocaron una versión básica y reducida de la nave Orion sobre un misil Peacekeeper modificado construido por Northrop Grumman y suministrado por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Activaron la secuencia de aborto a los 55 segundos del lanzamiento, un momento crítico en que, a una altitud de alrededor de 10 kilómetros, el cohete alcanzó Max Q, la etapa en la que sufre la mayor tensión aerodinámica.
En un abrir y cerrar de ojos, el motor de aborto se disparó, empujando el módulo lejos del cohete. Libre del misil Peacekeeper, la estructura abortada en océano de torre disparó su motor de lanzamiento, dejando que el módulo cayera al Océano Atlántico.
Como medida de reducción de costes, y para impulsar su programa de pruebas, la NASA no implementó ningún paracaídas en esta la prueba. El sistema de paracaídas se considera terminado tras las exitosas pruebas del año pasado.
Durante una conferencia de prensa previa a la prueba, un funcionario de la NASA dijo que la cápsula golpearía el océano a una velocidad de 500 kilómetros por hora, y “no esperaban que se mantuviera intacta”, según SpaceNews. Dicho esto, la NASA espera recuperar 12 registradores de datos expulsados por la cápsula durante su descenso, a partir de los cuales recuperarán “información sobre el rendimiento del sistema de cancelación”.
Después de varios retrasos y contratiempos, la prueba de hoy marcó una importante victoria para la NASA.
“El lanzamiento es una de las partes más difíciles y peligrosas de ir a la Luna”, dijo Mark Kirasich, director del programa Orion. “Esta prueba imitó algunas de las condiciones más difíciles que Orion enfrentará en caso de que se produzca una emergencia durante la fase de ascenso del vuelo. Hoy, el equipo demostró nuestras capacidades de cancelación en condiciones exigentes y dio un paso enorme hacia el primer vuelo de Artemis que llevará gente a la Luna”.
La NASA aún debe completar la construcción del cohete SLS, seguido de la misión Artemis 1, que consistirá en el lanzamiento de un módulo Orion sin tripular, y de Artemis 2, que incluirá tripulación. Aún no hay fecha definida para estos lanzamientos, pero la prueba de hoy es un avance para el programa.