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Técnicamente, el telescopio es un interferómetro de apertura sintética formado por cuatro detectores alrededor de un quinto satélite central que será el encargado de recopilar y procesar los datos de sus compañeros. Una vez en funcionamiento, la red de telescopios será capaz, en teoría, de una resolución espacial de 0,01 arcosegundos. “La misión del telescopio de matriz tiene como objetivo observar varios tipos de cuerpos celestes”, explican los autores. “Desde planetas habitables extrasolares, cuerpos celestes del sistema solar, discos protoplanetarios y núcleos galácticos activos. También permitirá la búsqueda y caracterización de exoplanetas habitables en los sistemas solares vecinos al nuestro a una distancia de hasta 65 años luz.

El plan actual pasa por poner en órbita los primeros dispositivos de prueba de la tecnología en 2024. Tras ellos vendrán varias pruebas de interferometria a bordo de la Estación Espacial Tiangong al año siguiente. Si todo va según lo previsto, el primer prototipo se lanzaría en 2027, y el sistema definitivo legaría a su ubicación definitiva, el punto 2 de Lagrange a 1.500 millones de km de la Tierra en 2030. Es la misma órbita Tierra-Luna que usa actualmente el telescopio espacial James Webb.

Miyin no es ni de lejos la única iniciativa de búsqueda de Exoplanetas, aunque quizá sea la más espectacular. La Academia China de Ciencias trabaja también en dos misiones de observación de carácter estratégico. Una es CHES (Closeby Habitable Exoplanet Survey, y la otra Earth 2.0.