Cada año por estas fechas las redes sociales se inundan de mensajes de alerta más o menos truculentos relacionados con las flores de pascua y su toxicidad para los gatos. La creencia popular es que esta planta ornamental típica de Navidad es mortal para los felinos. No es cierto.
La flor de pascua o Poinsettia (Euphorbia pulcherrima) es una plantita de hojas verde oscuro que se tornan de un intenso color rojo o blanco en esta época del año, motivo que la hace muy popular como obsequio en los días previos a la Navidad. La realidad es que la Poinsettia sí es venenosa para los gatos, pero su toxicidad se ha exagerado muchísimo. La Sociedad Americana para la Prevención de la crueldad contra los animales (ASPCA por sus siglas en inglés) explica que la planta contiene una savia tóxica por ingestión que afecta a los perros, los gatos y los caballos.
Si un gato come un poco de la planta, sufrirá irritación de la boca y del estómago. Puede llegar a producir vómitos o diarrea, y también conjuntivitis si entra en contacto con los ojos, pero normalmente el cuadro clínico no supone un peligro para la vida del animal. Huelga decir que si tenéis una flor de pascua en casa, es mejor que no la dejéis al alcance del gato para evitarle un muy mal rato, pero nada más.
Lo que no suele circular tanto en redes sociales es la lista completa elaborada por la ASPCA con las plantas que son tóxicas en mayor o menos grado para nuestras mascotas. La lista es larga e incluye especies ornamentales habituales en muchas casas o terrazas. Estos son solo algunos ejemplos:
- Begonias: Causan vómitos y salivación excesiva a perros y gatos. En animales de pasto como los caballos los síntomas son más graves y pueden terminar en fallo renal.
- Marihuana: Si tienes una de estas interesantes plantas ornamentales en casa, mejor apártala de los gatos. Causa mareos, vómitos, falta de coordinación, taquicardia y en casos extremos hasta coma.
- Azalea: La azalea (y en general todas las especies de rododendro) son extremadamente tóxicas para los gatos. Si la ingestión es lo bastante abundante puede provocar un coma o un colapso cardiovascular.
- Lilas: Las lilas, en cualquiera de sus variedades, son un peligro para los gatos. Su componente tóxico aún no ha sido aislado, pero la experiencia no engaña: hasta una pequeña cantidad provoca serios daños renales a los felinos.
La lista no acaba aquí. Los potos, las palmeritas Sago, los narcisos, el amarilis, el ciclámen... La lista de plantas a evitar si tenemos gato es larga. Normalmente los mininos saben muy bien lo que hacen y no comen las hojas de estas plantas, pero ante la duda mejor consultar la lista de la ASPCA y dejar al alcance del animal un poco de hierba gatera. [ASPCA vía How Stuff Works]