
¿Puede un deepfake reescribir la historia? Este proyecto artístico da vida a un discurso que el expresidente de Estados Unidos, Richard Nixon, nunca tuvo que pronunciar.
Mientras los astronautas de la misión Apolo 11, Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins, viajaban a la Luna en julio de 1969, Richard Nixon tenía un discurso preparado en caso de que la misión terminara en desastre. El texto del escritor de discursos presidencial William Safire quedó almacenado en los Archivos Nacionales del Gobierno y se hizo público en 1999 por el 30 aniversario del histórico aterrizaje en la Luna.
Pero, ¿qué habría pasado si Apolo 11 hubiera terminado en catástrofe, una posibilidad significativa teniendo en cuenta los tremendos riesgos de la misión? ¿Cómo habría sido el discurso? ¿Cómo sonarían las palabras de Nixon en los televisores de Estados Unidos y el resto del mundo? Un proyecto artístico titulado “En caso de desastre lunar” imagina este escenario aplicando una tecnología emergente bastante infame: la de los vídeos falsos o deepfakes.
Los deepfakes son esos vídeos perniciosos en los que celebridades, políticos y otras personas de alto estatus hacen y dicen cosas que nunca hicieron o dijeron. Una falsificación típica utiliza imágenes preexistentes de un individuo, como Barack Obama o Vladimir Putin, y una red neuronal artificial hace el resto, modificando tanto el audio como el vídeo para cambiar las palabras del protagonista. En este caso, los creadores del proyecto aplicaron el discurso nunca pronunciado por Nixon del fracaso de Apolo 11 a las imágenes de archivo del presidente de estadounidense. El resultado es bastante realista.
“Buenas tardes, mis compatriotas estadounidenses”, dice el manipulado Nixon en el deepfake. “El destino ha ordenado que los hombres que fueron a la Luna a explorarla en paz se quedaran en la Luna para descansar en paz”.
Si Apolo 11 hubiera salido mal, este discurso se habría pronunciado cerca del 20 de julio de 1969, la fecha del primer alunizaje.
El proyecto fue producido en el MIT Center for Advances Virtuality por Francesca Panetta, directora creativa del centro, y Halsey Burgund, investigador del MIT. El vídeo se exhibe actualmente en el Festival Internacional de Cine Documental (IDFA DocLab) de Ámsterdam. Se estrenó el 22 de noviembre. El deepfake es parte de una instalación física que recrea una sala de estar estadounidense típica de finales de la década de 1960. DocLab expone 30 piezas de arte interactivas, instalaciones de realidad virtual y algunos experimentos innovadores de inteligencia artificial.
El propósito del proyecto era mostrar las “posibilidades de la tecnología de deepfakes reinventando este evento importante”, según el sitio web Moon Disaster. “Te invitamos a esta historia alternativa y te pedimos que pienses en cómo las nuevas tecnologías pueden controlar, redirigir y ofuscar la verdad que nos rodea”.
Este proyecto ilustra el poder de los deepfakes para alterar nuestro sentido no solo de la realidad, sino también del pasado. Los deepfakes siguen siendo poco convincentes en su mayoría, pero se acerca el día en que estos vídeos entren en ese temible valle inquietante. Cuando llegue el momento, tendremos que usar contramedidas, es decir, otras IA, para saber qué videos son reales y cuáles son falsos. Prepárate para un futuro extraño en el que prácticamente nada se pueda dar por sentado, ni siquiera el pasado.