
El telescopio James Webb apenas lleva unas semanas a pleno rendimiento y ya nos está dejando a todos con la boca abierta con sus impresionantes fotografías. Muchos podríamos pensar que para procesar toda la información que recoge hacen falta decenas de terabytes disponibles, pero nada más lejos de la realidad: el telescopio cuenta con un “modesto” disco duro de tan solo 68 GB de almacenamiento.
¿Te preguntabas dónde guardaba el telescopio las increíbles instantáneas que ha estado tomando todo este tiempo? Pues ahí tienes la respuesta, como ha desvelado IEE Spectrum, ni más ni menos que en un disco SSD que probablemente sea más pequeño que el que tengas instalado en el ordenador de casa.
Vale, pero como habrás imaginado, no se trata de un disco duro común. En el espacio, lejos del escudo natural que ofrece el campo magnético de nuestro planeta, los elementos electrónicos son bombardeados continuamente por partículas solares. Por lo que el disco duro ha sido específicamente diseñado para no acabar frito por la radiación. Y si estas condiciones no te parecen lo suficientemente duras, ten en cuenta que tiene lidiar con unas temperaturas extremadamente bajas, tan solo 50 grados por encima del cero absoluto (a unos -223º Celsius).
¿Y no se quedarán cortos rápidamente su 68 GB de almacenamiento? Pues aunque te parezca poco, no parece que vaya a ser así. Solo un 3% de ese almacenamiento está reservado para datos de ingeniería y telemetría necesarios para el correcto funcionamiento del telescopio, mientras que el resto es información que se almacena y transmite en dirección a la Tierra en el propio día. Por lo que el disco está llenándose y vaciándose continuamente.
Curiosamente, la NASA estima que después de unos 10 años, tan solo habrá disponibles 60 GB de almacenamiento debido a la exposición continua a la radiación, por lo que habrá que ver si esto no se convierte en un problema que pueda acabar recortando la vida útil del telescopio.
[Vía: Engadget]