Luz y aire. Eso es todo lo que necesita para funcionar la que, según sus autores, es la primera batería solar (o la primera célula solar que, además es una batería). El dispositivo ha sido desarrollado por investigadores de la Universidad del Estado de Ohio, en Estados Unidos, y servirá para abaratar aún más el uso de energías renovables.
El secreto de esta nueva batería es precisamente el aire. Básicamente, es una batería solar que "respira". La célula solar integra una malla que absorbe el oxígeno y lo combina con potasio para transferir los electrones de manera más eficaz al electrodo del dispositivo.
Cuando se carga, la batería absorbe electrones y expulsa oxígeno al aire, mientras que, cuando de descarga, absorbe el oxígeno del aire que había soltado previamente. El método utilizado elimina uno de los principales problemas de las células solares, que era la pérdida de energía al transferir los electrones desde la célula hasta el dispositivo que los almacena.
Yiying Wu, profesor de bioquímica en la Ohio State University, explica que el modelo actual de generación de energía eléctrica a partir del sol consiste en placas solares que almacenan la energía en una batería externa. "Lo que hemos hecho ha sido integrar ambas funciones en un solo dispositivo, y cada vez que haces eso con éxito, ahorras costes" explica Wu.
Y vaya si los reduce. La nueva batería solar reduce los costes de los actuales sistemas en un 25% y también permite ahorrar espacio. Después de probar con diferentes materiales, Wu y su equipo ha logrado que su batería solar tenga una vida útil equivalente a las actuales baterías de alta capacidad del mercado.
La Universidad del Estado de Ohio ya prepara la patente para que cualquier fabricante pueda utilizar esta tecnología. Mientras tanto, los investigadores han obtenido financiación del departamento de energía estadounidense para continuar afinando el dispositivo. [Universidad del Estado de Ohio vía Phys.org]
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