Quince minutos después, el novio de Summers, Walter Nix, entra por la oficina mientras Ogborn tira del pequeño delantal que apenas cubría su parte superior y le mostraba por completo las piernas desnudas de la joven. Una vez más, Summers contó que no cuestionó a la persona que llamó y confió completamente en su prometido para dejarlo a solas con la chica. En este punto, Ogborn solo quiere huir, pero sentía que era demasiado humillante correr desnuda por el restaurante.

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Nix, de 43 años, comenzó a seguir las órdenes de la persona que llamaba, ordenando a Ogborn que tirara del delantal, se inclinase y se parase frente a la joven en una silla. Luego, y por ridículo que parezca, le pide que la joven debe dar saltos por si pudiera estar escondiendo algo.

Las demandas se volvieron cada vez más extrañas. Ogborn debía decir “señor” si se dirigía a Nix. Poco después, el “agente” que llama le dice que la golpee violentamente en las nalgas una y otra vez. En un momento del video, Ogborn recibe palmadas durante casi 10 minutos. Según explicó Nix, “me dijo que hacía demasiadas preguntas, así que debía pegarle. Al final podía ver las marcas rojas en su cuerpo”.

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Cada cierto tiempo, Summers regresaba a la oficina, y cada vez, Nix tiraba del delantal a Ogborn, diciéndole que se mantuviera callada. Ogborn contó posteriormente que incluso le pidió a Summers que llamara a la policía, pero ella se negaba porque “estaban esperando al policía”.

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Según explicó la chica, después de más de tres horas de tratamiento vejatorio, Nix, de nuevo siguiendo las instrucciones de la persona que llamaba, forzó a Ogborn a realizar un acto sexual. El “agente” le dijo a Nix que devolviera el teléfono a Summers y le indicó que trajera a alguien más. Apareció T. Simms, un hombre de mantenimiento que trabajaba en el restaurante.

Se le indicó que hablara por teléfono con el “agente”, pero Simms se negó a cumplir con las extrañas demandas de este después de que le pidiera que levantara el delantal de la joven. Fue en ese preciso momento cuando Summers llamó al superior que el agente había dicho que tenía en otra línea en todo momento.

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Entonces la gerente se dio cuenta de que todo era una farsa, llamó a la policía y comenzó una investigación.

Investigación

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Una búsqueda en internet de los detectives de la zona descubrió que llamadas como esa habían estado sucediendo durante más de 10 años. Ogborn resultó ser solo la última víctima de una larga lista. La policía contó con la ayuda de los federales, quienes descubrieron que la llamada se produjo desde un teléfono público de un supermercado en Florida.

Resultó que el Departamento de Policía de Florida había recibido varias llamadas sobre investigaciones en múltiples estados por incidentes similares. Poco después, surge una nueva pista: el autor parece actuar siempre a través de llamadas realizadas con una tarjeta de AT & T compradas en Wal-Mart.

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Varias cámaras de seguridad parecían señalar al sospechoso según los registros de las compras de las tarjetas. El hombre lleva un uniforme de CCA, una empresa privada que tiene una cárcel en la ciudad de Panamá (Florida). Una llamada a la compañía delata por fin el nombre. El director lo identifica como David Stewart, de 38 años, y uno de los guardias de la prisión.

David Stewart fue extraditado a Kentucky y acusado de solicitar sodomía y hacerse pasar por un oficial de policía, aunque él se declaró inocente en todo momento. Durante el juicio, uno de los psicólogos dijo que estas acciones posiblemente sean una manera de alimentar un “complejo de Dios” al manipular a sus víctimas emocional, física y sexualmente. Lo llamó “voyeurismo virtual”.

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Finalmente, Nix, el novio de Summers, le cayó una sentencia de cinco años de prisión. Se declaró culpable de abuso sexual, mala conducta sexual y encarcelamiento ilegal. Nix testificó que pensaba que estaba siguiendo las órdenes de un oficial.

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Donna Summers fue despedida tras el incidente y acusada de encarcelamiento ilegal. Fue sentenciada a libertad condicional después de declararse culpable al reconocer que la evidencia era suficiente para una condena. Summers rompió su compromiso con Nix después de ver las cintas de vigilancia.

Por su parte, McDonalds lanzó un comunicado donde decía que:

Nos tomamos este asunto muy en serio y, a través de nuestro entrenamiento, trataremos arduamente de advertir a los empleados sobre tales propósitos.

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Sin embargo, en un giro inesperado de los acontecimientos, Stewart acabó siendo declarado inocente de todos los cargos. Los 12 miembros del jurado no encontraron las suficientes evidencias.

Curiosamente, desde aquel mes de junio de 2004 en que Stewart volvía a estar en libertad, no se ha informado de nuevas llamadas similares a un McDonalds. [Wikipedia, Courier Journal, ABC