Lo de regenerar órganos con impresoras 3D, ayudar a patos a caminar o fabricar piezas de aviones está muy bien, suena grandioso. ¿Pero qué hay de los pequeños detalles? Dos arquitectas han pensado en ello y no se les ha ocurrido algo más fantástico que aplicar las impresoras 3D... al azúcar. El resultado son azucarillos impresos en formas tan increíbles que daría hasta pena sumergirlos en el café.
Liz y Kyle von Hasseln, del Sugar Lab, han experimentado con azúcar e impresoras 3D para crear curiosas esculturas de todas las formas y tamaños. Y no ha sido fácil. La idea nació hace dos años cuando se les ocurrió "imprimir" el pastel de cumpleaños de un amigo. Ahora, utilizando una mezcla de agua, azúcar y alcohol, han logrado crear esculturas de azúcar perfectamente sólidas, igual de dulces y comestibles que un azucarillo normal. Ya tienes otro motivo para aficionarte al café. [The Sugar Lab vía Ignant]