Hace dos años, Windows 8 dio lugar a una avalancha de portátiles híbridos que se doblaban, plegaban y transformaban. Entre todos, solo unos pocos resaltaban entre la masa por ser realmente buenos. Uno de ellos era el Lenovo Yoga. Ahora, la compañía ha renovado el equipo y es mejor que nunca.
¿Qué es?
Es un portátil que a la vez es una tableta que a la vez se transforma en una especie de atril. Es un equipo Windows 8 que literalmente se doblará y abrirá por completo para ti. Es la actualización de uno de nuestros equipos favoritos hasta ahora, el Yoga Tablet.
¿Por qué es importante?
Conseguir un equipo que combine a la perfección lo mejor de ambos mundos, el del táctil de las tabletas y el tradicional y efectivo de los portátiles, es el sueño de los dispositivos Windows 8. El Lenovo Yoga lo consiguió en cierta manera a la primera, pero se había quedado anticuado. La línea Yoga necesitaba una actualización para mantener el diseño fresco y práctico.
Diseño
Desde fuera, el Yoga 2 Pro no parece muy diferente a su predecesor. Es de color gris (o naranja, si prefieres), con una cubierta de plástico bastante común. En un primer vistazo, es casi idéntico al anterior modelo en cuanto a su impresionante estilo. Cuando te fijas, el Yoga 2 Pro tiene una ligera forma de cuña, a diferencia de su predecesor que era casi como un rectángulo. Eso le da la impresión de ser más pequeño, a pesar de que son prácticamente del mismo tamaño. Sin embargo, es unos 150 gramos más ligero.
Al abrirlo te encontrarás con algunos sutiles pero acertados cambios. El extraño botón físico de Windows que antes estaba justo debajo de la pantalla, ahora es un botón táctil. El teclado es retroiluminado, y el botón de encendido que antes era ridículamente fácil de accionar de forma accidental, está ahora a un lado del equipo. El Yoga 2 Pro tiene también una pequeña banda de goma alrededor del borde de la pantalla, lo que hace que el modo atril en superficies resbaladizas no sea un problema como antes. Son estos pequeños cambios los que, sumados, se agradecen bastante.
Por dentro, hay un aumento en especificaciones, y no solo hablamos de pasarse a la siguiente generación de procesadores de Intel (Haswell). El Yoga 2 Pro cuenta con estos procesadores, pero también con una patanlla QHD+ de 3200 x 1800 que se ve fantásticamente bien, y con una densidad de píxeles igual o mayor que los mejores equipos del mercado.
El Yoga 2 Pro cuenta también con todas las posiciones y giros del anterior modelo. Hay tres principales: modo portátil estándar, modo atril triangular y modo tableta. Y luego todas las posiciones intermedias que quieras.
Utilizándolo
El Yoga 2 Pro es un gran portátil. Muchos de los aspectos que le hicieron destacar antes siguen presentes, y hasta mejorados. El trackpad es maravilloso, uno de los mejores que he utilizado además del MacBook. El teclado es muy cómodo, aunque han optado por incluir un cursor completo de teclas a costa de una tecla Shift diminuta, lo cual a veces puede ser molesto. A pesar de que el material almohadillado que cubre el interior del equipo no parece premium, se siente bastante práctico y elegante. No hace que te suden las palmas de las manos de la forma que hace el metal, y nunca está demasiado caliente ni frío cuando lo tocas. Simplemente sirve su propósito y ayuda a que te olvides del ordenador y te centres en tu tarea, que es como debería ser.
Respecto a los modos y posiciones del portátil, la bisagra en el 2 Pro es bastante más sólida que en el anterior modelo. Cuando estás toqueteando la pantalla táctil, hay algo de holgura, pero lo justo que uno esperaría en cualquier portátil convencional que no se puede doblar. La fortaleza de la bisagra realmente se aprecia cuando doblas el 2 Pro. Personalmente, soy un gran fan del modo en 180 grados para leer o ver vídeos mientras estás estirado en la cama, con el teclado extendido recto como si fuera el accesorio de una tableta.
No es uno de los tres modos oficiales, pero eso es una de las grandes ventajas del 2 Pro: es un portátil que se dobla para adaptarse a la posición que más te guste en lugar de uno que te fuerza a posturas extrañas, como el Surface Pro 2.
Utilizar el Yoga 2 Pro en modo tableta es todavía algo incómodo por la misma razón que hasta ahora. Una pantalla de 13 pulgadas es demasiado larga para ser una tableta tal y como la entendemos. Es más bien una tableta alargada, lo cual está bien, pero cuesta acostumbrarse. Además, las teclas siguen ahí en la parte trasera y no es lo mismo. No sirven para nada cuando estás en modo tableta, pero siguen ahí, las sigues tocando, y es una sensación extraña.
Respecto a las tripas, el Yoga 2 Pro es realmente sobresaliente. El procesador Haswell de Intel implica mayor duración de batería en stand-by (por la mejor gestión de las apps), rapidez y mejor rendimiento de gráficos. Sin embargo, cuando lo enciendes, la batería del equipo podía ser mejor. Pudimos utilizarlo durante 6 horas seguidas reproduciendo un vídeo constantemente a un 70% de iluminación de la pantalla.
No es espectacular. Es más o menos la mitad de lo que puedes obtener con un MacBook Air con procesador Haswell y una hora menos que en la mayoría de Ultrabooks con Windows 8. En stand-by las cosas mejoran. Según Lenovo puedes conseguir 9 horas y en nuestras pruebas es aproximadamente lo que logramos. En definitiva, la batería no es horrible para un portátil, pero es un punto débil. Para una tableta, sí es una batería terrible, aunque si vas a utilizar el Yoga 2 Pro principalmente como tableta, entonces deberías mirar a otro equipo.
A cambio de la batería mejorable, obtienes una pantalla espectacular. Con 3200 x 1800 píxeles, será difícil que encuentres aplicaciones que puedan sacar provecho de esa resolución, aunque Windows 8.1 hace un buen trabajo en manejar esa densidad de píxeles. El problema es que algunas aplicaciones en el modo desktop no están adaptadas todavía a esa resolución, siendo una de las más molestas Chrome. El navegador simplemente se niega a aprovechar la resolución, lo cual es en realidad más un problema de Windows 8.1 y Chrome que del equipo y algo que debería desaparecer tras una actualización.
Por cierto, habrás leído que hay un problema con la pantalla que hace que el Yoga 2 Pro muestre color amarillo muy pobre. Nos ha pasado también con nuestra unidad. Afortunadamente hay una solución tan sencilla como instalar una actualización de la Bios disponible aquí.
Por lo demás, las especificaciones del 2 Pro son suficientes como para trabajar con entre 15-20 pestañas de Chrome abiertas y a la vez un puñado de apps sin ningún problema. Pudimos trabajar con Photoshop editando varias imágenes a la vez sin retardos de rendimiento. Los juegos ya son otra historia. Tratamos de jugar a Crysis 2 y funcionó bien con ajustes básicos y resolución a 1900 x 1080. Pero te encuentras con problemas. Con Crysis 2, escalar su menor resolución a pantalla completa no acaba de funcionar bien. Otros juegos como Borderlands 2 funcionan un poco mejor a 30 FPS y ajustes de resolución justo por encima del mínimo de 1900 x 1080. No esperes de todas formas jugar a títulos con todo lujo de detalles y rendimiento en el Yoga 2 Pro.
Lo mejor
El Yoga fue una gran idea de concepto en convertibles: un laptop que se adapta a tu posición favorita de uso. Eso sigue siendo igual de fantástico en el Yoga 2 Pro. Lo bueno ahora es que, además de ello, tienes un equipo más sólido, con gran diseño, buenas especificaciones y pantalla.
Lo peor
Son detalles, pero muchos molestos y siguen ahí, como lo extraño de tener teclas en la parte trasera del equipo cuando lo utilizas en modo tableta. Otros son nuevos, como la pobre batería que un equipo como así no debería tener. Este último es sin duda el mayor inconveniente. Si es o no algo grave, va a depender de tus hábitos de uso como portátil y tableta, pero es algo a tener en cuenta.
¿Merece la pena comprarlo?
Tal vez. El concepto de equipo sigue siendo igual de sólido, con la diferencia de que ahora está mejor ejecutado. A diferencia del Surface Pro 2, que es una tableta demasiado voluminosa que se convierte en un laptop con el que no puedes trabajar realmente bien en el regazo, el Yoga 2 Pro es un portátil perfecto con varios modos que lo hacen perfecto para trabajar en cualquier situación. En modo portátil es bueno y es difícil quejarse del modo tableta.
Lo mejor es que no te vas a arruinar si te decides a comprarlo. Si lo compras directamente de Lenovo, te puedes salir completo desde 1.150 dólares o 1.299 euros (procesador Haswell Core i5, 256 GB SSD, 8 GB de RAM y la pantalla QHD+). Hay incluso una versión en la web oficial de Lenovo Estados Unidos que parte de solo 1.000 dólares (Core i5, 4 GB RAM, 128 GB SSD).
Si estás buscando un buen portátil Windows 8, el Lenovo Yoga 2 Pro es una gran opción. Sus modos y giros puede que no sean importantes para ti, pero están ahí si los necesitas. Si estás buscando principalmente una tableta, mira a otra parte. Pero si lo que buscas es un portátil con aspiraciones de híbrido, este es uno de los equipos más versátiles y sólidos que vas a encontrar.
Especificaciones de la unidad analizada
-Pantalla: 13,3 pulgadas, resolución 3.200 x 1800
-Procesador: Intel Core i5 1.6GHz Haswell
-Almacenamiento: 128 GB SSD
-Memoria: 4 GB
-Tamaño: 333" x 226" x 17 mm
-Peso: 1.387 gramos
-Precio: 1150 dólares o 1.299 euros