
Como en la película Náufrago, donde Tom Hanks pasaba el tiempo aislado en una isla con una pelota que hacía de su mejor amigo, al rover Perseverance de la NASA le ocurrió algo parecido en Marte hace algo más de un año, cuando una imagen captó una pequeña roca en una de sus ruedas. La roca le había acompañado desde entonces… hasta ahora.
Según los investigadores, el robot había estado cargando ese pedazo de roca durante 427 soles o días en Marte, un hecho que ha dado para mucho, ya que desde la Tierra se ha estado siguiendo esta peculiar “amistad” entre ambos, más de un año sobre las colinas y las arenas del paisaje marciano.
Sea como fuere, ha sido Gwénaël Caravaca, que trabaja con el instrumento SuperCam del rover, el que ha contado que el equipo descubrió durante la noche en la última imagen Hazcam que la roca se había perdido en algún punto. Según contó en un tuit Caravaca:
Pasó 427 soles con nosotros (¡más de un año terrestre!), y viajó unos 10 km desde el sol 341. Adiós Amiga Roca, te extrañaremos!
Mirando atrás en el tiempo, la roca se observó por primera vez a principios de febrero de 2022 (en la Tierra, o alrededor del sol 341 durante la vida útil de Perseverance en Marte). Aquel pedazo terminó en la rueda delantera izquierda del rover y allí se quedó durante mucho tiempo.

Muchos temieron que la roca pudiera dañar al rover, pero la propia NASA explicó que no iba a causar ningún daño estando en la rueda. De hecho, los ingenieros de los rover han dicho que las rocas pueden entrar en las ruedas cuando los rover atraviesan pendientes. También pueden entrar cuando se mueven sobre terreno suelto y cuando el peso del rover rompe rocas en pedazos.
Sea como fuere, esta bonita historia en el planeta rojo ha terminado, y desde la Tierra no hemos podido evitar sentir un poco de esa soledad del rover.