Mirando atrás en el tiempo, la roca se observó por primera vez a principios de febrero de 2022 (en la Tierra, o alrededor del sol 341 durante la vida útil de Perseverance en Marte). Aquel pedazo terminó en la rueda delantera izquierda del rover y allí se quedó durante mucho tiempo.

El rover ya sin la roca
El rover ya sin la roca
Imagen: NASA/JPL-Caltech (Other)

Muchos temieron que la roca pudiera dañar al rover, pero la propia NASA explicó que no iba a causar ningún daño estando en la rueda. De hecho, los ingenieros de los rover han dicho que las rocas pueden entrar en las ruedas cuando los rover atraviesan pendientes. También pueden entrar cuando se mueven sobre terreno suelto y cuando el peso del rover rompe rocas en pedazos.

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Sea como fuere, esta bonita historia en el planeta rojo ha terminado, y desde la Tierra no hemos podido evitar sentir un poco de esa soledad del rover.