La tumba de Birka, en Suecia, es el lugar de reposo de un misterioso señor de la guerra vikingo. Nadie conoce el nombre del personaje, pero sus pertenencias no dejan lugar a dudas. Era un guerrero de alto rango. Ahora los análisis de ADN no dejan lugar a dudas sobre otro dato: era una mujer.
El yacimiento de Birka data del siglo X de nuestra era y se descubrió en 1889. Se trata de un hallazgo muy especial porque muy pocos vikingos tienen el honor de ser enterrados con su espada, lanza, hacha, dos escudos, cuchillo, varias figuras labradas y dos caballos de guerra. Hasta ahora, los arqueólogos habían supuesto que Bj 581, que es el código con el que se conoce al guerrero enterrado en Birka a falta de nombre mejor, era un hombre.
Sin embargo, un exhaustivo análisis realizado por investigadores de la Universidad de Uppsala, en Suecia, ha llegado a una conclusión sorprendente. Bj 581, el misterioso señor de la guerra de Birka, era una mujer de unos 30 años en el momento de su muerte. Los análisis óseos y de ADN no dejan lugar a dudas.
La cultura popular y siglos de relatos de fantasía épica nos han llevado a asumir como cierto el mito de las valkyrias, pero es solo eso, un mito sobre el que no existen pruebas. Las leyendas escandinavas o Sagas sí que hablan de poderosas guerreras vikingas. La saga de Hervör y Heidrek, por ejemplo, es una crónica del siglo XIII en la que se habla de una guerrera que partió en busca de una espada mítica llamada Tyrfing. Sin embargo, hasta ahora no había ninguna prueba de la existencia de estas guerreras.
El análisis de isótopos de los restos hallados en la tumba de Birka demuestran que Bj 581 viajó mucho durante su vida. Las pequeñas figuras conservadas junto al cuerpo sugieren que además ostentó un alto rango militar, probablemente en el papel de estratega. La riqueza de su ajuar funerario implica que fue una líder muy respetada por su gente.
Un estudio óseo de diferentes restos hallados por toda Europa ya sugería que la sociedad vikinga era mucho más igualitaria de lo que se cree y que la mitad de los guerreros vikingos que asaltaban Europa probablemente eran mujeres. Esta es, sin embargo, la primera prueba tangible de una señora de la guerra en la sociedad vikinga. [American Journal of Physical Antropology vía Sciencemag]